martes, 10 de agosto de 2010

El verdadero yo, es aquello que tu eres, no lo que hicieron de ti: Por Jork



54.- El verdadero yo, es aquello que tu eres, no lo que hicieron de ti, primera parte.
Todo este tiempo lejos de ti, entre fatigas, entre rumores y cuentos,
Empezaste a ser desconocido tanto, que no sabia si eran inventos,

Hablaban todos tanto, que pensaba lo peor de ti aunque no lo quisiera,
Eso se confirmaba con la sonrisa, que ya no parecía sincera,

Cada día te alejabas más de mí, que ya no sabía ni por donde estabas,
Había aprendido a olvidar las palabras, con las que ayer me conquistabas,

Odiaba amarte tanto, a pesar de que ya parecía no tener remedio,
Dejaba a mi alma olvidar, pero de mi radiante vida seguías en medio,

Era duro pensar, pero me pregunte que es aquello que tú ahora eres,
Me resultaba difícil entender, que no eres el mejor de los seres,

Entender que te desconocía, cuando juraba en el cielo conocerte,
No era fácil, haber entregado tanto para ahora buscar perderte,

Ofrecer una razón fue lo que buscaba, en noches para describirte,
Será que estas como yo, esta noche ¿Con estas mismas ganas de escribirte?...

73.- El verdadero yo, es aquello que tu eres, no lo que hicieron de ti, segunda parte.

Realmente, estoy igual que tu mi niña tan querida y bastante arrepentido,
Era fácil huir al principio, pero ahora lo que quiero es acercarme,
Como puede ser que te tenga lejos, cuando toda mi alma he invertido,
Unas veces lloro, otras te escribo y todo eso me ayuda a reencontrarme,
Estoy enamorado de ti y tengo la esperanza, que lo hayas percibido,

Resulta sencillo creer, que nada ha pasado por que llevo la ventaja,
Decidí tantas cosas ayer sin preguntarte, que hoy se que te han herido,
Alcance a convertirme en ese amante, que hermosos sentimientos ultraja,
Me atormenta el hecho de ver, que tal vez nunca volverás y que has partido.
Ese sentir lo compartimos, pues mi ser es como el tuyo cuando viaja...

Al parecer niño mío, ¡Si dime niña mía!, hablamos el mismo idioma...

Los dos aquí escribiendo una noche al amor, que sabemos no ha terminado,
Distancia no separa, mas podemos de nuestros corazones hablarnos,
Esa es la magia, que nos hace iguales a pesar de todo lo pasado,
Somos hoy, lo que vivimos juntos y eso nos evita poder negarnos,
Podemos escuchar de tantas cosas, que vuelvan esto muy complicado,

Escuchémonos a nosotros y tendremos solución para entendernos,
Recordemos juntos, lo que nunca ayer olvidamos reafirmar con abrazos,
Tomemos el tiempo alejados, para mejorar y volver a querernos,
Ansiemos el momento alegre, en que iguales volveremos a nuestros brazos,
Recordémonos novios al despertar, para desear volver a tenernos.

De 77 poemas y una historia, poema 54 y 74.

domingo, 8 de agosto de 2010

Poema: Imaginando la historia de dos aves: Por Jork (Jorketina)



Imaginando la historia de dos aves, Primera parte.

Y mientras canta un ave por la mañana el mundo entero se paraliza,
El sabio prefiere escuchar y el enamorado no duda en escribirle,
La sinfonía de un vuelo que a cualquier historia inolvidable ruboriza,
Todas las aves cantan mientras el rio sueña cuando deseos puedes pedirle,
Imaginando las notas de una voz que es tuya y que siempre tranquiliza,

El tiempo cobra calma y se siente como en una partitura de piano,
Melodiosa, armónica tocada por un músico venido del cielo,
Para contemplar tus suspiros y secretos como un tesoro mundano,
Olvidarlo todo y recogerlo en el tesoro de coincidir al vuelo,
En un instante mientras canta un ave por la tarde en suelo mexicano,

Sé que eres tú a quien el ave perdida estuvo para cantar esperando,
Un escaparate perfecto en el tiempo y el ritmo hacen lo imposible,
Ninguna melodía suena como tus alas al viento y tu voz cantando.
Si pudieras volar mientras canta un ave por la noche seria increíble,
Una pizca de ilusión en penumbra de las estrellas iluminando,

El alimento como la luna a la noche del mismo hombre enamorado,
Suele ser el mismo sabio que caya por las noches para que lo escuches,
Como si el ave llevara los mensajes del sabio y se quedara a tu lado,
Así mismo guarda los escritos del enamorado en pequeños estuches,
Para quedarse junto a ti y narrarte la bella historia que te he contado.

Así sabrías que mientras el ave canta te llevaría mis sentimientos,
Recordándote lo agradecido que estoy de saberte cada mañana,
Alegrarte cada tarde soleada hasta con mi ausencia y pequeños cuentos,
Tener un verso especial para decirte cada noche al ver tu ventana,
El ave dentro de ti vuela en los sonidos, las pausas y los momentos...


Imaginando la historia de dos aves, Segunda parte.


Si pudiera esta noche pintar nuestro cielo entero de alguna manera,
Estoy seguro que descubrirías aun la inmensa tierra de donde vengo,
Es que yo también se cantar como tú lo haces con esa voz verdadera,
Soy como el ave detenida en el tiempo donde eso es todo lo que tengo,
Cada cantar del ave te escribe a ti mujer enigmática y sincera,

Reconozco el color de las nubes lejanas pero no el de tus encantos,
Imaginando que soy un músico y tú la nota que sigo con ternura,
Bebo agua del rio de los sueños para que un día se escuchen nuestros cantos,
En si deteniendo el tiempo mientras el sonido del ave perdura,
No olvides hablar al amanecer, así con mis alas seré tu manto.

De 32 poemas para ti, poemas 11 y 14.

domingo, 1 de agosto de 2010

Un regalo sin remitente: Por Jork



Hoy la vida me permitió saber, que tú existías,
Ayer, ella aguardo para poderte conocer,
Busco, el momento exacto y reservo todos los días,
Llevo consigo, una carta escondida al parecer,
Avisto tu llegada, con la caída de este sol,
Declino, en tu presencia y mi vida te logro ver,
Entendí, que no es sencillo mantener el control,
Los pies en la tierra, cuando la vida da algo así,
Donde un regalo a mi vida, cambio de todo el rol,
El regalo, es conocerte y poder confiar en ti,
Señorita mexicana, alegra este mi vivir,
Tienes mi vida y lo que se desprenderá de mí,
Imagina que es ¿En el aire puedes percibir?
No dudes, es mi corazón diciendo tonterías,
O solo soy yo, deseando que no quieras partir.

De 777 Poemas y un corazon, poema 733.