
El día que llamas especial, no es cuando hay luna llena,
Si no, cuando una sonrisa hace que valga la pena.
Es cuando, la lluvia cae a montones sin esperarla;
Los momentos se reciclan en la pura fortuna;
Tus suspiros vuelan y el alma no puedes pararla;
Instantes a granel de oro sin posesión alguna;
El fin de una mañana que no dejas de mirarla.
Mis ojos en los tuyos, si te veo como a ninguna,
Pues contigo la vida aun es fácil imaginarla,
O aceptar, que sabes cómo hacer especial la luna.
De Pasaporte a la luna, poema 15.
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