viernes, 18 de junio de 2010

Partida emblemática: Por Jork



Los últimos momentos, que estuviste aquí fueron duros,
Orientaste un consuelo con tus ojos, cuando rezaba,
Sabias bien que pronto del cuerpo, traspasarías sus muros,
Recuerdos, risas e historias en las que te imaginaba,
Eras especial, mas necesito afrontar tu partida,
Cuando cerraste los ojos, mantuve mi frente erguida,

Un breve instante después, que estuvieras en paz deseaba,
Es tan corta la vida, como una estrella dorada,
Radiante como incesante, que todo el cielo ocupaba,
Donde los fuertes deseos trascienden, como una mirada,
Obstaculizaran olvidarte, por más de una vida,
Si obsequio una lagrima siéntela y mantenla acogida,

Quiero tomar tu mano de nuevo, aunque se sienta helada,
Ubicarme dentro de tu alma, en tu último pensamiento,
Estando ahí decirte de todo, hasta la madrugada,
Tendré que tomar tus cenizas y dejarlas al viento,
Unirme al destino, que dejo esta vida precavida,
Vivir y hacer por última vez, tu labor preferida,

Intimo de tantos y compañero, de más de un ciento,
Mis sentimientos se unen al de otros, que sienten lo mismo,
Ocaso de vivencias, pero por ti ya alegría siento,
Si te quiero, siempre veré algo así con romanticismo.

De 777 Poemas y Un Corazon, poema 580.
Dedicado de Jork para un hombre que aprendió a trascender, Jorge Chaires.

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